lunes, 15 de junio de 2015

Formato Raw

Qué es el formato RAW

RAW quiere decir “crudo” en inglés. Por lo tanto, se trata de un formato con el cual conservamos la foto cruda, sin procesar [1]. Entonces, el formato RAW es un archivo de imagen digital que fue diseñado para guardar toda la información que el sensor de una cámara digital capturó al momento de la toma. A diferencia del formato JPG, el archivo RAW no sufre por la compresión con perdida y tampoco se modifica por el procesamiento que el aparato pueda provocar [2].
Cuando con la cámara disparamos la foto en formato JPG, la cámara graba la imagen de manera definitiva en la tarjeta de memoria en un formato (JPG) interpretable por cualquier software de fotografía. Además, en ese momento la cámara registra la foto con ciertos datos (balance de blancos, saturación, exposición, contraste, etc.) y prescinde de los demás datos innecesarios. De alguna manera, la cámara comprime la foto o la empaqueta y la deja preparada para visualizar en cualquier momento, enviársela a algún amigo, publicarla en nuestro Facebook, etc [1].
En cambio, cuando disparamos con el formato RAW, la cámara registra no sólo los datos de la imagen sino todos los posibles valores, dejando la foto de alguna manera “abierta” a cualquier cambio posteriormente. Imaginense que, por ejemplo, disparamos la foto con unos valores de exposición y balance de blancos x, pero posteriormente hemos cambiado de opinión y queremos cambiar esos valores a otros, pero ya no podemos disparar la foto nuevamente porque ya estamos en casa en frente de nuestro ordenador. Si tuviéramos sólo una imagen JPG poco podríamos cambiar la verdad, pero si tuviésemos una RAW entonces la abriríamos, aportaríamos las modificaciones necesarias, y ya en ese momento obtendríamos nuestra imagen JPG definitiva, ya en el ordenador [1].
Las RAW son por lo tanto una especie de “negativo digital”. De esta manera es el fotógrafo (y no la cámara) quien procesa la imagen a su criterio, de forma precisa, creativa  y múltiple, sin alterar el archivo original [2].
Ejemplos de fotos en formato RAW


Fuente: Ver referencia [1]

¿Qué ventajas tiene disparar fotos en modo RAW?

Calidad de imagen: El formato RAW no comprime la foto como lo hace el JPG. Con una foto RAW podemos estar seguros de que captamos TODA la calidad posible. [1]. 
Permite cambios posteriores, ajustes, mejoras: Con el formato RAW puedes cambiar casi todo en la foto. Excepto detalles como el encuadre, la disposición de los objetos/sujeto, etc., lo demás casi todo lo puedes cambiar más tarde: puedes darle a la foto más exposición (luz), cambiarle el balance de blancos, darle más calidez o más frío, cambiarle la saturación, etc [1]. 
Por ejemplo, todos sabemos que para disparar una foto en condiciones de poca luz se suele recurrir a altos valores de ISO, y eso provoca que la foto tenga ruido en las partes más oscuras. Pues bien, gracias al formato RAW podemos tranquilamente desde la comodidad de nuestra mesa de ordenador suprimir ese ruido, gracias a las posibilidad que nos ofrece el modo RAW [1].
Posee un algoritmo de compresión de datos sin pérdida: A pesar de que se aplica compresión, esta no elimina ningún dato. Esta compresión por el momento no la puede controlar el usuario [2].
Mayor profundidad de color: 10, 12, 14 bits por canal. Esto depende de las capacidades del sensor de la cámara. Mayor profundidad de color significa albergar un escala de luminosidad y de tonos superior, degradados muy suaves y colores más reales, comparado con un archivo JPG de 8 bit. La mayoría de las cámaras actuales (2012) que graban archivos RAW, poseen sensores que trabajan a 14 bits [2].
No existe una fórmula correcta para procesar un archivo RAW. Cada fotógrafo puede manipular la imagen hasta obtener aquella que logre satisfacer sus gustos y necesidades. Esto es debido a que cada imagen posee características únicas de luminosidad, tono, saturación y contraste. Solamente las imágenes en un entorno controlado pueden tener una misma manera de procesar. Existen pautas para procesar las imágenes de una forma coherente y no destructiva, las cuales debe conocer el fotógrafo [2]. 
El formato RAW guarda la información con la matriz de color presente en el momento de la captura. Generalmente se trata de un Mosaico Bayer, que en cada canal RGB crea una serie pixeles vacios,  los cuales se llenan interpolando canal por canal. Esta función de decodificación y recodificacíon la realiza el programa que procesa el archivo RAW y le permite ademas, realizar operaciones teniendo en cuenta la fuente de datos original y realizar (en teoría) y con mayor precisión, los procesos de mejoramiento de tono, saturación, contraste, luminocidad, eliminación de ruido y control de la nitidez. Al salir de una matriz de Bayer, y de una interpolación por canal, la imagen resultante tiene algo de perdida de nitidez. (Sumado al filtro de paso bajo que está antes del sensor) Por eso siempre hay que realizar un paso de control de nitidez antes de culminar el flujo de trabajo [2]. 
El balance de blancos no tiene ningún efecto sobre los pixeles capturados. Simplemente se registra el balance de blancos como un metadato para que la persona tenga una idea de lo que se tomó. El formato no graba tonos ni colores, solo grises sin procesar en cada canal RGB, lo que facilita esta tarea [2].

Desventajas del modo RAW

Espacio en la tarjeta de memoria: El formato RAW, al estar “crudo” y sin comprimir, nos ocupa mucho más espacio en la tarjeta de memoria que el formato JPG. Donde caben 400 fotos JPG a lo mejor sólo caben 110 fotos RAW [1].
Engorroso proceso de postproducción: Al principio mola hacer fotos en formato RAW y trabajarlas más tarde en el ordenador, pero pasado un tiempo empieza a parecernos una tarea fatídica, larga y aburrida [1]. 
El formato RAW no es único y universal: El formato JPG es único y universal. Todos los JPG’s son iguales, todos los programas abren y leen fotos JPG de la misma manera. Esto no sucede con las RAW, ya que cada cámara tiene su propia manera de hacer RAW [1]. Esto pudiera generar varios problemas:
  • Para verlo y manipularlo necesitamos un programa que comprenda el código del archivo y lo permita modificar. Esto solo es posible gracias ciertos software especializados, tales como Adobe Photoshop, Picasa, Adobe Photoshop Lightroom, entre otros [2]. 
  • Todos los programas que hacen el trabajo de ver y manipular formatos RAW necesitan ser actualizados constantemente. Cada vez que sale una cámara nueva,  el código del formato varía y el programa solo podrá trabajarlo cuando se introduce en él una actualización [2].
  • Existe una cantidad importante de extensiones de archivos  que  poseen las características del formato RAW.  Por ejemplo: Canon: .CRW, .CR2. Nikon: .NRW, .NEF. Sony: .ARW, .SRF, .SR2. etc [2]. 
Solo se usa para ver, manipular y archivar. Para editar la imagen, entregarla a un cliente o imprimirla es necesario convertir el archivo RAW a otro formato según el flujo de trabajo: PSD, TIFF o JPG. Esto debido a que un archivo Raw no se imprime, no se puede ver en ningún navegador, DVD, u otro aparato para ver imágenes [2].

Al ser no procesadas por la cámara, las imágenes tienden a ser opacas, faltas de color y bajas en contraste. Como es un archivo crudo, el usuario tiene que procesar cada imagen. Una manipulación apropiada nos da como resultado una imagen de mayor calidad, rica en información, con definición y con una tendencia baja a los grises (cuando aplica) [2].

Incompatibilidad de resultados entre programas. Cada software que permite procesar archivos RAW tiene algoritmos que aunque aparentemente realizan una misma función, dan como resultado variaciones en tono, saturación o luminosidad comparativamente. A veces son alteraciones leves, otras veces no. Es por eso que los metadatos son difíciles de estandarizar entre diferentes tipos de software [2].


REFERENCIAS

Páginas web consultadas el 12/06/2015
[1] http://www.blogdelfotografo.com/todo-sobre-el-formato-raw-ventajas-e-inconvenientes/
[2] http://www.ecbloguer.com/visionfotografica/?p=2780

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